¿Qué significa ser padres?

 

 

Sin duda, la experiencia de la paternidad y la maternidad es una de las más significativas en nuestras vidas. Cuando nos hacemos esta pregunta, se nos abre un abanico de muchas más ¿Cuáles son los deberes y responsabilidades de los padres? ¿Cuáles los derechos? ¿Dónde y cuándo encuentran sus mayores satisfacciones? ¿Cómo asignar una jerarquía a todas las tareas que les toca realizar? ¿Cómo distinguir con precisión dónde termina su labor y empieza la autonomía del hijo? En definitiva ¿Qué es ser padres?
La respuesta debiera, a nuestro parecer, considerar las funciones esenciales de la parentalidad, que involucran amar, cuidar, proteger y educar a los hijos. La reflexión profunda nos lleva inevitablemente a una conclusión: ser padres significa, ante todo, crear vínculos. Es dedicar el tiempo y esfuerzo necesarios para la formación de lazos afectivos seguros y estables, base de una relación íntima y estrecha, que sea reflejo del amor y aceptación incondicional hacia el hijo.
 
Muchas veces los padres estamos tan preocupados por atender a las demandas laborales, de alcanzar metas económicas, de responder a las cada vez más altas exigencias de la educación, que perdemos de vista aspectos centrales de nuestra tarea, como es acompañar a nuestros hijos.

Si bien es importante disfrutar y compartir con ellos en los buenos momentos, nuestra presencia en situaciones difíciles es fundamental. Cuando un hijo está triste y le brindamos consuelo, siente rabia y lo aceptamos, tiene miedo y lo apoyamos, se siente solo y lo amparamos, es entonces cuando la disponibilidad de los padres se transforma en el alimento que lo nutre de la confianza, el amor y la seguridad necesaria para crecer sanamente.

Cuando un niño ha sido cuidado y amado, podrá descubrirse a sí mismo como una persona valiosa e importante para otros; entonces, estará preparado para explorar el mundo que está más allá del hogar. Por ello, resulta esencial educar en el afecto, con lazos firmes, sólidos y constantes, enseñando que el mundo es un lugar que implica riesgos, pero en el que estarán seguros, porque hay personas que lo aman. Queremos que nuestros hijos sean felices, que puedan sembrar el amor y la confianza para que, en cada una de sus relaciones, prime el cariño y el respeto al otro.

Dedicamos este número de Adopción y Familia al apego, aquel vínculo básico de protección y cuidado que todo ser humano necesita para vivir, aquel que nos acompaña desde que nacemos y durante toda nuestra vida.

Formar un vínculo de apego con un niño que nace lejos de su familia, es una tarea fundamental para los padres adoptivos, es importante saber que siempre se puede, en cualquier momento, nunca es tarde para empezar a construir.